lunes, 17 de septiembre de 2012

Etapas de la historia



Tema 10: trivial guanche

Pon a prueba tus conocimientos con el siguiente trivial...




Tema 9: Visita virtual al coliseo romano.

Recurso muy interesante que nos permite descubrir una de las construcciones más fascinante del mundo romano:

Accede aquí

miércoles, 15 de agosto de 2012

Tema 10: Cortometraje Vacagüaré


Tema 10: Canarias en la Antiguedad (Introducción)







Población prehispánica de las Islas

En los últimos años el desarrollo de la investigación
arqueológica ha ido aportando la suficiente información sobre la población
prehispánica de las Islas como para ir desbancando a las crónicas o a los mitos
como principales fuentes históricas para conocer este
período.
Abordar la prehistoria de Canarias significa conocer tanto
el origen de la población prehispánica como las características de su
asentamiento y adaptación al medio natural que conforma el espacio geográfico de
las distintas islas.
Actualmente consideramos que la población aborigen canaria
tuvo su origen entre los pueblos bereberes del Norte de África que se van
desplazando hacia el sur movidos por dos tipos de circunstancias:
- En primer lugar, el progresivo proceso de desertización
norteafricano que empuja a los pueblos del sur de la cordillera del Atlas a
buscar nuevas tierras de cultivo y pastos para sus ganados.
- En segundo lugar, los restos humanos y de hábitat más
antiguos hallados por los arqueólogos en las Islas, se corresponden con un
período comprendido entre los siglos I antes de Cristo y I después de Cristo, lo
que lleva a los historiadores a pensar en la expansión del
«limes» o frontera del Imperio Romano en el Norte de África
hacia la cordillera del Atlas sahariano y el rechazo por parte de algunos
sectores de la población de la zona a integrarse en dicho Imperio, como causa
del desplazamiento de estos pueblos por la costa atlántica norteafricana y su
posterior paso a las distintas islas del Archipiélago Canario, pretendiendo
encontrar en ellas los medios de vida y sustento que no hallaban en su lugar de
origen.
Probablemente, el poblamiento de las Islas se realizaría en
diferentes oleadas migratorias, aportando cada una de ellas grupos de pobladores
que, con un mismo origen, conformarían diferentes estratos culturales.
El bagaje cultural que cada uno de estos grupos de población
trae consigo desde África por un lado, junto a la necesidad de generar medios
que les permitan adaptarse a las características del nuevo espacio geográfico
que presenta cada una de las islas en las que recalan, por otro, van a conformar
distintas formas de vida, de organización social y de aprovechamiento de los recursos económicos de los que
puedan disponer.
De esta forma, los asentamientos aborígenes se producirán,
en general, junto a fuentes y manantiales que les aseguren el abastecimiento
constante de agua. Dichos asentamientos tomarán la forma de poblados
constituidos por edificaciones con una primitiva estructura arquitectónica (por
lo general, de planta circular, paredes de piedra y techo vegetal), aunque
también nos encontraremos, sobre todo en lugares altos y de difícil relieve, con
un hábitat en cuevas tanto naturales como excavadas.

La economía practicada por estos pueblos variará de una isla
a otra en función de las posibilidades del medio. Así, la de La Palma y
Fuerteventura será esencialmente ganadera, la de Gran Canaria fundamentalmente
agrícola y, combinando indistintamente la agricultura y el pastoreo, la de
Tenerife, La Gomera, El Hierro y Lanzarote. Es pues una economía muy básica, y
dirigida al autoconsumo de cada grupo humano, desarrollada con unos medios muy
rudimentarios y sujeta de forma constante a las inclemencias climáticas u otros
condicionamientos naturales (sequía, agotamiento y limitaciones del suelo
agrícola y de pastos, etc.). La cultura material, por otro lado, será muy
rudimentaria, siendo la piedra, el barro, la piel de los animales o la madera
las principales materias primas.


En lo que a organización social se
refiere, en general, nos encontramos con sociedades más o menos complejas,
divididas en estratos o grupos sociales, que se distinguen entre sí por su
diferente nivel de riqueza y grado de apropiación de los medios de producción
(fundamentalmente la tierra y el ganado). Así pues, constatamos la existencia de
una nobleza aborigen tanto en Gran Canaria como en Tenerife, erigida en grupo
social dominante, junto a los sectores mayoritarios de la población compuesta
por grupos económicamente dependientes de los poseedores de los recursos
económicos.
En general,
parece que existieron formas de jerarquización política según estructuras o
formas de gobierno basadas en la monarquía (menceyes en Tenerife, guanartemes en
Gran Canaria, o distintos jefes de tribu en las islas más pequeñas). Dichos
monarcas ejercen su poder sobre una parte de la isla o bien sobre una isla
entera. Así, nos encontraremos un solo jefe de tribu para toda la isla de
Lanzarote y lo mismo en El Hierro; Fuerteventura aparecerá dividida en dos
reinos, La Gomera en cuatro, La Palma en doce, Gran Canaria en dos y Tenerife en
nueve demarcaciones territoriales.


Junto a estos monarcas o jefes de tribu estarán los nobles
de cada reino, conformando castas privilegiadas tanto a nivel político como
religioso, que suelen asesorar a su jefe y, a veces, en determinadas
circunstancias, participar en la toma de decisiones de gobierno.
En general, la religión de estos pueblos se basaba en el
culto a elementos naturales, principalmente al Sol, que favorecían o
perjudicaban las condiciones de vida. Poder político y religioso van siempre
íntimamente unidos a toda la población (jefes o monarcas incluidos) en
disposición de acatar los designios divinos para obtener el favor permanente de
los dioses y no provocar su ira atrayendo la desgracia (hambre, enfermedades,
etc.) sobre la población.
Este va a ser el panorama que se van a encontrar los
exploradores, navegantes y conquistadores europeos que a partir de la Baja Edad
Media llegan a las costas canarias iniciándose un proceso histórico que
culminará con la integración del Archipiélago en el reino de Castilla a finales
del siglo XV.

Tema 9: Webquest


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Tema 9: La cultura

LA CULTURA ROMANA.

Los romanos fueron incorporando nuevos elementos culturales de los territorios que conquistaban, a los que imponían sus valores y formas de vida por todo el Imperio. Este proceso de asimilicación cultural por parte de los pueblos conquistados por Roma recibía el nombre de romanización.

Arte

El arte romano tomó como referencia elementos de otros pueblos como los etruscos o los griegos, pero adaptando la estética y las técnicas a sus necesidades. Desarrollaron una arquitectura práctica puesta al servicio de la ingeniería. Fueron expertos en la construcción de magníficas obras de ingeniería como:

Vías o calzadas, que comunicaron los diferentes puntos del Imperio permitiendo un rápido y eficaz desplazamiento.Acueductos que servían para suministrar agua potable desde los manantiales hasta las ciudades.Cloacas. Se encontraban debajo de las ciudades y eran túneles subterráneos que servían para evacuar las aguas residuales hasta el río.Edificios conmemorativos. Servían para conmemorar o recordar algún acontecimiento importante. Un ejemplo furon los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas.Construcciones urbanas públicas como: el foro, las basílicas, los templos, las termas, el teatro, el anfiteatro, el circo, etc.



Religión.

La religión era politeista y tenía un carácter práctico. Todos los rituales y sacrificios se hacían con la finalidad de obtener el favor de los dioses tanto en la vida pública como en la privada. Roma adoptó la mitología griega, pero cambiando el nombre de los dioses principales. Además, los romanos diferenciaban entre el culto público y el privado:El culto público consistía en celebrar fiestas en honor de los dioses realizando ofrendas y plegarias, incluso sacrificios de animales.El culto privado era el que practicaban los romanos en sus casas, venerando a los dioses protectores del hogar y de la familia. También rendían culto a sus antepasados difuntos.En el siglo I a.C., Palestina era una de las provincias del Imperio. Estaba habitada en su mayoría por hebreos que practicaban la religión judía. Durante el reinado de Augusto, Jesús de Nazaret comenzó a predicar una nueva doctrina y fue considerado como el nuevo mesías por algunos judíos.Esta nueva religión precicada por Jesús fue llamada cristianismo. Los romanos temieron que ésta se conviertiera en un factor de inestabilidad política en la zona. Jesús fue ajusticiado y crucificado hacia el año 30. El cristianismo se expandió por todo el Imperio y los crisitianos fueron perseguidos hasta que en el año 380 el emperador Teodosio convirtió el cristianismo en la religión oficial del Imperio.

Derecho e instituciones:

Otro importente legado cultural romano han sido las leyes. Hasta mediados del siglo V a.C. las leyes romanas no estaban escritas sino que se trasmitían oralmente. Fue en este momento cuando fueron elegidos diez hombres de entre los patricios para recopilar estas leyes: Ley de las XII tablas. Durante mucho tiempo fue el único código romano.En el año 212 d.C. el emperador Caracalla hizo extensivo el derecho de ciudadanía a todos los habitantes del Imperio romano, por tanto, todos eran juzgados con las mismas leyes. Las instituciones más importantes eran:El Senado. Asamblea de gente notable que aprobaba las leyes, dirigía la política exterior y controlaba las finanzas públicas.Tribunales. Tanto en la vida pública como en la privada los juicios tenían mucha importancia. Los tribunales se reunína en la basílica.

La Lengua:

El latín era la lengua oficial a todas las zonas conquistadas. Había dos usos diferentes del latín: el culto que correspondía a la manera de hablar y escribir d ela gente más culta de la sociedad romana; y el vulgar que era el que hablaban las clases populares. De este último nacerían las diversas lenguas románicas.Las civilizaciones romanizadas dejarán en un segundo plano su propia lengua, y adoptarán el latín como lengua común, sobre todo en la parte más occidental del Imperio.La caída del Imperio romano provocó la progresiva degradación de la autoridad. Como consecuencia, en algunas provincias periféricas romanas aparecieron las lenguas románicas actuales como el castellano, el francés, el italiano o el catalán.