Orígenes del mundo romano: los Etruscos, los Griegos y el pueblo Latino.
En los orígenes de la ciudad de Roma tuvieron gran importancia tanto las aportaciones externas etruscas y griegas, como las propias. El pueblo etrusco se estableció en el s.VIII a.C en la zona situada entre el río Arno y el Tíber.
Los etruscos desarrollaron una rica civilización. Eran buenos agricultores, hábiles artesanos del hiero, del bronce y de la plata. Hicieron de itermediarios entre los griegos del sur y el centro de Europa. Formaban pequeñas ciudades-estado gobernadas por un rey. A partir del s.VI a.C. fue perdiendo su fuerza política, comercial y parte de sus tradiciones, que fueron recogidas y asimiladas por Roma.
A partir del s.VII a.C. los etruscos y los griegos se sintieron atraídos por las tierras del sur de la Península y la isla de Sicilia, donde fundaron colonias que se convirtieron en ricos y desarrollados centros de comercio.
Otro pueblo fue el latino que penetró en la península hacia el año 1000 a.C.
Roma tuvo su origen en las colinas situadas a orillas del río Tíber, donde estaban asentados los pueblos latinos. Esta zona se convirtió en un lugar de importantes intercambios comerciales.
La expansión Etrusca